Dirección: Roger Vadim
Guión: Terry Southern (cómic: Jean-Claude Forest)
País: Francia
Año: 1967
Duración: 98 min.
Reparto: Jane Fonda, John Phillip Law, Marcel Marceau, David Hemmings, ugo Tognazzi, Anita Pallenberg, Milo O'Shea.
Si las rubias tienen fama de buenonas e ingenuas, en Barbarella nace una estrella del género. Extraída del mundo del cómic, entre ingenua e impúdica y siempre ligera de ropas, a nuestra heroína de inclinaciones perversas como naturales -personificada por una exhuberante Jane Fonda-, es encomendada la misión de salvar la galaxia de la maldad interestelar y su personificación, el científico Duran Duran, cuya creación, el rayo positrónico, puede conduce de manera inevitable al término de la paz. Por supuesto, Barbarella sufre un traspiés galáctico y junto a su navecilla peluda se estrella en SoGo, versión kitsch de la ciudad bíblica del pecado, donde su lucha contra la perversión le llevarán al fin de la cinta en una ascención de humor y erotismo con tintes de manifiesto de liberación dirigido en medio de dosis de ácido y desviaciones mentales espléndidas. Esta delicia visual llena de efectos truchos, disculpa lo insulso del argumento. Pero es que aquí lo de menos es el guión, que si la abundancia y desquicio de sus creadores, desde el casting ¿Cómo diablos convencieron a Marcel Marceau para que actuara? hasta una dirección de arte que incluye decorados recontracargados como pequeñas máquinas mortales orgiásticas.
Guión: Terry Southern (cómic: Jean-Claude Forest)
País: Francia
Año: 1967
Duración: 98 min.
Reparto: Jane Fonda, John Phillip Law, Marcel Marceau, David Hemmings, ugo Tognazzi, Anita Pallenberg, Milo O'Shea.
Si las rubias tienen fama de buenonas e ingenuas, en Barbarella nace una estrella del género. Extraída del mundo del cómic, entre ingenua e impúdica y siempre ligera de ropas, a nuestra heroína de inclinaciones perversas como naturales -personificada por una exhuberante Jane Fonda-, es encomendada la misión de salvar la galaxia de la maldad interestelar y su personificación, el científico Duran Duran, cuya creación, el rayo positrónico, puede conduce de manera inevitable al término de la paz. Por supuesto, Barbarella sufre un traspiés galáctico y junto a su navecilla peluda se estrella en SoGo, versión kitsch de la ciudad bíblica del pecado, donde su lucha contra la perversión le llevarán al fin de la cinta en una ascención de humor y erotismo con tintes de manifiesto de liberación dirigido en medio de dosis de ácido y desviaciones mentales espléndidas. Esta delicia visual llena de efectos truchos, disculpa lo insulso del argumento. Pero es que aquí lo de menos es el guión, que si la abundancia y desquicio de sus creadores, desde el casting ¿Cómo diablos convencieron a Marcel Marceau para que actuara? hasta una dirección de arte que incluye decorados recontracargados como pequeñas máquinas mortales orgiásticas.
No podíamos entonces, dejar pasar en nuestro ciclo de Femme Fatales a nuestra más querida y exhuberante navigatrix, cuya imagen, divertirá a algunos e inspirará en otros, como en sus mejores años, sus fantasías más dulces...
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