Y para confirmarlo, nada mejor que iniciar la segunda temporada con un ciclo de Drs. Matasanos cuya dedicación al intercambio de divisas entre el más allá y el más acá, le va muy bien a nuestra resurrección. Si ponemos a su merced nuestra integridad física, es seguro que terminaríamos siendo objeto de descerebrados experimentos y demás disparates que puedan ocurrir en un cerebro de alto intelecto y locos delirios científicos. Su fuerza radica en que son capaces de maquinar con absoluta seguridad, alguna conjetura que convierta las leyes físicas, biológicas o químicas, en mortales armas que actúen en pro de un impulso científico. Cabe recordar que Errare humanum est, como estas brillantes y maléficas mentes no son invulnerables ante los infortunios que suele provocar el destino de sus atroces experimentos. La teoría se convierte en una fuerte razón, para lograr en la práctica, una Eureka que les convierta en los nuevos degenerados de la ciencia, o en este caso, en los principales personajes de una macabra película.
Dirección: Stuart Gordon
Guión: Stuart Gordon, William Norris & Dennis Paoli.
Año: 1985
País: EE.UU.
Duración: 86 min.
Reparto: Jeffrey Combs, Bruce Abbott, Barbara Crampton, David Gale, Robert Sampson, Gerry Black.
Esta primera función, la reservamos para una de las mejores películas que encontraremos en el género: La genial y siempre clásica Re-Animator.
Todo inicia cuando el enclenque estudiante de medicina Herbert West -interpretado por un Jeffrey Combs naturalmente obsesivo-, es expulsado de la universidad por su inclinación a experimentar con la reanimación de cuerpos, y va a parar a una facultad de mediopelo donde reinicia sus peculiares investigaciones inyectando su propia fórmula reanimadora en los cadáveres de la morgue. Para ello, ahora cuenta con la ayuda de Dan Cain, su nuevo compañero de habitación. A partir de allí es para no creer… La peli está basada en la serie de cuentos cortos "Herbert West: Reanimator” de H. P. Lovecraft, pero se aleja del refinamiento de ésta, como del arquetípico Mad Doctor, para crear un entorno nocivo y cómico donde los efectos especiales de verdad, verdad –realizados por el genuino Carl Buechler- y los excesos en todo lo demás, les asegurarán mucha diversión a nuestros videoseguidores.
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