Dirección: Frank Henenlotter
Guión: Frank Henenlotter y Robert Martin
País: EE.UU.
Año: 1990
Duración: 82 min.
Reparto: James Lorinz, Patty Mullen, Joseph Gonzalez, Kimberly Taylor, Carissa Channing
Guión: Frank Henenlotter y Robert Martin
País: EE.UU.
Año: 1990
Duración: 82 min.
Reparto: James Lorinz, Patty Mullen, Joseph Gonzalez, Kimberly Taylor, Carissa Channing
A muchos les pasa que al perder el amor de su vida, quedan obsesionados con su recuerdo. A este personaje le ocurre lo mismo después de que la mujer con quien contraería nupcias, tiene un trágico final en las afiladas cuchillas de una podadora eléctrica. Pero es tanta su obsesión, que hace de sus conocimientos en medicina y electricidad, instrumentos para un loable propósito: Resucitar a su esposa al estilo frankensteniano. El problema es que de su cuerpo solo quedaron la cabeza, una mano y algunos pedazos. Ahora, la tarea es completar ese rompecabezas a partir de partes perfectas provenientes de los cuerpos de prostitutas newyorkinas. Y no acabará siendo una tarea tan sencilla, pues un trabajo así requiere taladrarse la neurona.
Esta pieza trashera, viene de la mano de Frank Henenlotter, a quien algunos conocedores de lo bizarro le recordarán por cintas como Basket Case o Brain Damage. Sus facultades como director e historiador de cine le sirven para trasformar el famoso clásico del terror “Frankenstein”, en toda una genial parodia cargada de chulos, putas, drogas y absurdas teorías medico-electricistas, una combinación nada práctica para el joven reanimador amateur, pero muy recomendable para nuestros cinéfilos gallinazos.
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