Dirección: Dario Argento
País: Italia
Año: 1977
Duración: 98 min.
Reparto: Jessica HArper, Sterania casini, Flavio Bucci, Barbara Magnolfi, Susanna Javicoli, Eva Axén, Miguel Bosé, Rudolf Schündler.
Levana and Our Ladies of Sorrow, uno de los ensayos fantásticos de Thomas De Quincey, sería la base para la trilogía sobre las Tres Madres de Dario Argento: Suspiria, Inferno y la Terza Madre (última que preferiríamos no haber conocido nunca). En la primera, Suzie Bannion llega a la Academia de Danza Tanz, en Freiburg. Muy Art Decó, el lugar fue fundado por la mismísima Mater Suspiriorum en el siglo XIX, cuyo ambiente malsano y recientes asesinatos, tienen aterrorizadas a las señoritas bailarinas y harán mella en el ánimo de la dulcísima Suzie, quien se ocupará de investigar los extraños eventos y sufrir las terribles consecuencias. Es cierto, a las gringas que viajan a Europa, siempre les pasa alguna tragedia.
Suspiria, es una muestra del pasado genio de Argento. Pasado, porque hasta hace poco menos de veinte años, el director italiano, que ahora es desastroso, creaba algunas de las mejores obras del género del horror. Los acontecimientos en sus argumentos solían ser inconexos o fortuitos, la actuación con recurrencia era regular, pero eso poco importaba, pues su maestría radicaba en la estética particular con que concebía los films, una que cargada de policromías saturadas, imágenes oníricas y atmósferas inquietantes, daba como resultado elaboradas secuencias de desequilibrio psicológico y bonitas ejecuciones sobrenaturales. En Suspiria lo hace con creces, por eso le tenemos aquí, en memoria de los buenos y sangrientos tiempos.
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